El balneum

Como ya comentábamos en su artículo anterior, en un pequeño bosque situado a las afueras del núcleo poblacional, a intermediación entre los oppidum de Ipagrum (actual Aguilar de la Frontera) y Ostippo (Estepa. Para leer el artículo relacionado con el asentamiento turdetano de Astapa, pulsa aquí), los veteranos de las legiones recién licenciadas levantaron un balneario público con ayuda de las comunidades indígenas. Un balneum dedicado al ocio y culto a las aguas donde los nuevos colonos, así como los comerciantes y viajeros que empezaron a transitar por estas tierras, pudieron disfrutar del placer que les brindaban estos baños mientras descansaban, comían, practicaban deporte o formalizaban acuerdos mercantiles.

Aprovechando la calidad de las aguas que corrían por un inmenso arroyo, sin olvidar las excelentes estructuras que los antiguos pobladores ya tenían levantadas a modo de tapiales, se construyó el balneum o balneario de Fuente Álamo.

2-1 - TERMAS DE INVIERNO TEPIDARIUM Y CALDARIUM

Termas de invierno. Tepidarium y Caldarium. Villa Romana de Fuente Álamo. Puente Genil, Córdoba.

La arquitectura y el diseño de este complejo orientado al recreo quedaron organizados de tal forma que levantaron un conjunto de piscinas de agua fría o frigidarium en el margen derecho del arroyo y el caldarium junto a un nymphaeum, con estanques escalonados, en la orilla izquierda. A estos elementos propios de los baños habría que añadirle las cisternas para el almacenamiento de aguas y unas dependencias dedicadas a distintos usos. También contará con un patio central orientado a las actividades deportivas que, además, funcionaría de espacio comunicador entre las restantes áreas: sala de masajes, apodyterium o vestuarios y las tabernae donde se dispensarían bebidas y aperitivos.

Se trataba, pues, de un recinto público destinado al ocio y a la higiene personal donde los nuevos habitantes de estas tierras pudieron disfrutar de él con usos bien variados: deportes, baños con masajes e, incluso, lugar de reuniones con fines sociales y comerciales.

PISCINA CIRCULAR BALNEARIO - FUENTE ALAMO

Piscina circular o de agua fria junto con sala pavimentada con mosaico. Villa Romana de Fuente Álamo. Puente Genil, Córdoba.

Las piscinas de agua fría, y estancias asociadas, se pensaron para los baños de verano y días de mucho calor. Por un lado se construyó una con estructura redonda que, por su aspecto y dimensión, la haría completamente distinta al resto de termas que se levantaban por aquella época. Esta piscina en cuestión presentaba un escalón corrido a lo largo de todo su perímetro, lo que permitía a los bañistas disfrutar de las aguas frías sentados sobre él e invitando a charlas entre ellos sin la necesidad de una inmersión completa. Debido a su gran tamaño, tuvo que invadir el espacio natural del propio arroyo.

ESTANQUE 2 DEL MARGEN DERECHO ARROYO - FUENTE ALAMO - ALAMO

Segundo estanque o cisterna en el margen derecho del arroyo. Villa Romana de Fuente Álamo. Puente Genil, Córdoba.

También estaba la natatio, una gran estructura rectangular, con ábside en su cabecera y al descubierto, diseñada para que los bañistas pudieran practicar la natación. Este elemento originario del balneum quedaría pavimentado con lujosos mosaicos cuando se construya la villa en su siguiente etapa.

La gran cantidad de agua, que precisaba la instalación por el margen derecho del arroyo, quedó garantizada gracias a la disposición de un enorme contenedor. Desde este depósito, el agua circulaba hacia otros dos estanques, preparados a distintos niveles y comunicados entre sí, permitiendo la circulación fluida del elemento líquido sin obstáculo alguno.

Al conjunto de piscinas de agua fría se le integraron unos espacios habitacionales que, muy posiblemente, cumplirían las funciones de apodyterium o vestuarios. Incluso puede que se tratasen de simples cubiculas utilizadas para descansar, ya que contaron con mosaicos sobre su pavimento que han sido interpretados como el lugar donde quedaría ubicado el lectus o lecho.

MOSAICO EN ESTANCIA 2 DEL BALNEARIO - FUENTE ALAMO

Mosaico en estancia número 2 del balneario. Villa Romana de Fuente Álamo. Puente Genil, Córdoba.

En la orilla izquierda del arroyo se situó la gran fontana del recinto, una enorme fuente que pudo contar con no menos de catorce metros y donde los juegos de agua y pequeñas cascadas hicieron las delicias de los bañistas. Se desconoce si este nymphaeum estuvo dedicado al culto de las ninfas o, simplemente, se trató de un elemento ornamental más. Pero lo cierto es que en el balneario también se buscó satisfacer y agradar en todo lo posible su estancia. Este fue un objetivo prioritario de los ingenieros, quienes consiguieron soterrar el arroyo para la monumental fuente y permitir que fuera contemplada desde cualquier punto del complejo público.

Desde un primer momento se contempló la posibilidad que estas instalaciones también pudieran ser aprovechadas en épocas invernales, aunque la construcción de hyphocaustum, caldarium y salas calefactadas no se estandarizara en las termas privadas hasta en épocas avanzadas del Imperio. En el caso concreto de Fuente Álamo, correspondería al periodo Julio-Claudia, si bien a lo largo de su vida sufrirá diferentes modificaciones.

En etapas posteriores, las estructuras de las salas de agua caliente serán aprovechadas por lo nuevos ocupantes de la villa como habitación calefactada y terminaría perdiendo su función original cuando se pavimentó sobre ella un bello mosaico nilótico y se edificó una estructura que la acabó envolviendo.

ESTRUCTURAS CON MOSAICO NILOTICO EN TERMAS DE INVIERNO

Estructuras levantadas sobre las termas de inviernos con ubicación del mosaico nilótico. Villa Romana de Fuente Álamo. Puente Genil, Córdoba.

A lo largo del último cuarto del siglo I d.C. o a principios del siglo II, sería cuando el balneum gozara de su mayor apogeo, por lo que se registraría en él un aumento en el número de visitas. Esta circunstancia hizo replantear ciertos aspectos en su diseño original. Por ejemplo, la segunda cisterna para el abastecimiento de la orilla derecha y utilizada como regulador del caudal, dejó de funcionar como tal y sobre su pavimento se preparó un nuevo suelo de ladrillos con canal.

MOSAICO EN PISCINA CIRCULAR BALNEARIO - FUENTE ALAMO

Mosaico en estancia número 1 asociada a la piscina circular. Villa Romana de Fuente Álamo. Puente Genil, Córdoba.

También alrededor de la piscina de verano se levantó una galería porticada con idea de obtener espacios con sombras y hacer de ella una estancia lo más apacible posible en los días calurosos. Sus techos y paredes, al igual que las columnas de ladrillos que las soportaban, quedaron revestidos de pintura y decorados mediante dibujos con motivos geométricos y vegetales con colores verdes, rojos, negros y blancos.

Quién sabe si la existencia de este gran manantial pudo ser objeto de una sacralización de sus aguas, construyendo, en este sentido, un templo dedicado a las divinidades que los nuevos colonos adoptaran de la propia naturaleza y donde se les rendiría culto y ofrenda; cabe pensar que se tratara del propio Neptuno. Debemos tener bien presente que la cultura de la época entendía el recurso hídrico no sólo como un elemento dependiente y necesario para la propia vida, sino también como fuente de todos los principios capaz de purificar, curar y otorgar la vida. De ahí que, entre los visitantes al balneum, también acudieran peregrinos y oferentes agradecidos a las divinidades acuáticas.

Y tuvo que ser el templo dedicado al culto de estas aguas el verdadero protagonista del complejo público; un jardín paradisíaco en el que el elemento primario quedó inmerso en abundante vegetación. El espacio que pudo ocupar este hipotético templo pudo estar entre ambas orillas del arroyo; tal vez, si acaso, más pegado al margen izquierdo. Como es lógico, en él se erigiría una majestuosa escultura dedicada a la divinidad en cuestión y una arquitectura monumental asociada a este espacio de culto.

ALIVIADERO DE AGUA HACIA EL CANAL EN HABITACIONES - FUENTE ALAMO

Aliviadero de agua hacia el canal en habitaciones. Villa Romana de Fuente Álamo. Puente Genil, Córdoba.

Pero, al final, esta veneración al dios de la naturaleza no sirvió de nada. Las aguas del arroyo, que en un principio habían justificado la construcción del balneario, arremetieron con tanta furia contras las obras que, un siglo después de su inauguración, las canalizaciones, contrafuertes y demás barreras de contención resultaron insuficientes para controlar las avenidas de unas aguas imparables. El destino final del balneario no sería otro que el de su práctica destrucción y el consiguiente abandono.

Esta circunstancia natural fue asumida perfectamente por los siguientes constructores. Con la precaución que les otorgaba la experiencia, tomaron las medidas necesarias para evitar futuras catástrofes sobre la villa que en el lugar se debía levantar.

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3 comentarios en “El balneum

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